La situación económica global y el impacto que ha generado la pandemia en la mayoría de las empresas ha hecho que las organizaciones retomen como parte de la estrategia de remuneración a sus empleados los modelos de Compensación Flexible, los cuáles, implementados de una forma racional, consistente, y dentro del marco normativo vigente, permiten a la compañía optimizar anualmente hasta el 50% de una nómina mensual e incrementar entre el 4% y 10% el flujo de caja mensual de sus empleados.
Pero, ¿de qué se trata este modelo?, ¿Qué es la compensación flexible y cómo aplicarla?
El Modelo de Compensación Flexible consiste en que la empresa y el empleado puedan acordar de forma libre y voluntaria, el que un porcentaje de la remuneración fija sea entregada a través de auxilios y beneficios no salariales alineados con las necesidades reales del trabajador y/o su núcleo familiar. La porción acordada como no salarial, por expresa disposición normativa, sería excluida para la compañía de los sobrecostos laborales propios del salario y para los empleados igualmente excluida de los descuentos mensuales, generando con ello un importante alivio en los gastos de la empresa y un incremento en el flujo de caja de su gente.
¿Qué deben tener en consideración las empresas a la hora de ofrecer el modelo a sus empleados?
Lo primero a considerar es cuál debe ser el porcentaje no salarial. Aunque en 2010 se estipuló que, de cara a las cotizaciones al sistema de seguridad social, los pagos no salariales no pueden superar el 40% del total de la remuneración, nuestra recomendación es que la porción no salarial no supere un tercio del pago fijo mensual. En segundo lugar, debe tenerse presente el respeto por los salarios mínimos y que por ende solo podría acordarse como no salarial lo que los exceda, dentro de la proporcionalidad mencionada. Por último, es igualmente importante propender por la no desmejora del empleado en aspectos colaterales como la pensión de vejez, las prestaciones sociales, una eventual indemnización, entre otros rubros que sugerimos se compensen a través de mecanismos coherentes y consistentes que no impliquen desvirtuar la naturaleza real del pago o generar algún tipo de contingencia laboral o fiscal para la empresa.
¿Cómo ven los entes de fiscalización como la UGPP y la DIAN este modelo?
Es un modelo que correctamente operacionalizado no debe generar reparo alguno por parte de los organismos de control. Múltiples compañías que han salido avante en los ejercicios de fiscalización tanto de la UGPP como de la DIAN tienen implementado un modelo de compensación flexible. En este punto, resulta de vital importancia la coherencia que se debe tener desde las ópticas laboral, tributaria, contable y documental así como la necesidad de una adecuada articulación conceptual y administrativa entre las áreas internas de la compañía para que lo que se acuerde laboralmente, no se desvirtúe tributaria o contablemente.
¿Qué tipo de pagos puede entregarse a los empleados a través de un modelo de Compensación flexible?
Actualmente las compañías que implementan el modelo conforman el portafolio de compensación flexible con alternativas de ahorro, seguridad, salud, vivienda, transporte y educación. Las opciones de mayor uso por parte de los empleados son los auxilios monetarios con un 85%, seguido de los pagos indirectos por alimentación con un 65%, los ahorros en los fondos de pensión voluntaria con un 32%, los pagos indirectos de educación con un 28% y los medios de transporte con un 15%. Las opciones que generan adicionalmente alivios tributarios en renta para el empleado son obviamente las de mayor acogida en empleados con ingresos superiores a los 6 salarios mínimos.
¿Se incrementa la carga operativa en la nómina de la empresa al tener implementado el modelo?
Como todos los modelos de pago a los empleados, el modelo de Compensación Flexible requiere de una implementación inicial que se deriva en la parametrización de los nuevos conceptos en la nómina y la interacción con proveedores para los productos del modelo que así lo requieren. Es habitual que a través de políticas debidamente comunicadas, las compañías permitan al empleado una sola vez al año cambios sobre el portafolio elegido, buscando con ello no incrementar el volumen de transacciones y/o novedades permanentemente. Sin duda el beneficio generado amerita cualquier esfuerzo inicial en la implementación.