Como consecuencia de la pandemia provocada por el virus COVID-19, las dinámicas laborales cambiaron radicalmente.
A pesar de que la tecnología ya había permitido digitalizar distintos procesos, la interacción entre los colaboradores en las empresas seguía siendo, en la mayoría de los casos, tradicionalmente física; por lo tanto, las reuniones a través de plataformas como Zoom, Microsoft Teams o Google Meets se convirtieron en una forma de trabajo totalmente nueva para la mayoría de personas.
El teletrabajo o ‘home office’ se transformó en la nueva dinámica laboral, en muchos casos, sin preparación previa. Sin embargo, la interacción humana no fue el único gran cambio tras el home office. La productividad y la adaptabilidad de los colaboradores se convirtieron en retos fundamentales para las áreas de recursos humanos.
Según un estudio publicado por la empresa Bumeran, realizado en México, Ecuador, Argentina, Panamá, Perú y Chile; el 70% de las compañías antes de la crisis no consideraban al teletrabajo como una opción.
De acuerdo con dicho estudio, el trabajo desde casa ha sido para muchos la realización de un sueño, mientras que para otros se ha convertido en un problema debido al cruce entre la vida laboral y la vida personal; 56% de los encuestados en el estudio considera como una gran ventaja el ahorro de tiempo en traslados hogar-oficina, mientras que el 60% consideran que el ambiente de la oficina propicia una mejor atención de los asuntos laborales.
Teniendo en cuenta lo anterior, se han popularizado diferentes prácticas que buscan aumentar la productividad de las personas durante el trabajo en casa, evitando caer en la famosa ‘procrastinación’ a causa de los múltiples distractores que pueden encontrarse en estos nuevos escenarios laborales.

La importancia de establecer una rutina pre trabajo
Las primeras horas del día y lo que hacemos en ellas, de acuerdo con los expertos, son fundamentales para definir la energía y motivación que se tendrá en lo que resta de la jornada.
Con las nuevas dinámicas laborales muchas personas empezaron a trabajar justo al levantarse de la cama, incluso aún en pijama, aprovechando los minutos ahorrados que antes eran invertidos en el tráfico para dormir más tiempo. Sin embargo, a pesar de que un buen descanso es fundamental para la salud, tener una preparación previa a la jornada laboral requiere de esas primeras horas de la mañana.
Claire Diaz Ortiz, experta en productividad y autora de Design Your Day, plantea que la mejor estrategia para aumentar la productividad es crear una rutina de mañana propia. De acuerdo con la autora, la manera en la que las personas comienzan el día hace que pongan los pies en la tierra y puedan concentrarse en las tareas más importantes.
Algunos hábitos previos a la jornada laboral que pueden favorecer la productividad durante el trabajo en casa :
Actividad física
Dedicar unos minutos de la mañana a realizar ejercicio permite empezar el día con energía. La Organización Mundial de la Salud afirma que al realizar algún tipo de actividad física, incluyendo tareas simples como caminar o correr, se aumenta la capacidad pulmonar hasta un 86%, lo que incrementa la calidad y esperanza de vida.
Además, de acuerdo con Josh Steimle, Conferencista y CEO de Marketing MWI, practicar regularmente alguna actividad física puede transformar para bien a cualquier ejecutivo ya que al activar el cuerpo también se pone en alerta su mente, lo que ayuda a enfrentar los problemas laborales que puedan presentarse.
Meditación
Dedicar 10 minutos de la mañana a esta actividad ayuda a despejar la mente, oxigenar el cuerpo y comenzar la jornada laboral con buena actitud.
El Mindfulness es una práctica por la que muchas organizaciones han optado, ya que los expertos hablan de los beneficios en la reducción de estrés y ansiedad en los equipos de trabajo.
De acuerdo con un análisis publicado en el Journal of Applied Psychology, los participantes entrenados en mindfulness experimentaron significativamente menos agotamiento emocional y más satisfacción laboral.

Planear el día
Una buena forma de proyectar las metas que suelen ser trazadas al iniciar un proyecto o un nuevo trabajo es repasarlas cada día antes de iniciar la jornada.
Además, ser conscientes de las tareas diarias y el nivel de responsabilidad que requiere cada una permite establecer horarios y optimizar el tiempo de trabajo. En este punto resulta importante el uso de agendas, calendarios o notas adhesivas.
Actividad de ocio
Empezar la mañana con una actividad que genere satisfacción como escuchar música, ver un capítulo de una serie o leer las noticias, hace que los días no se centren solo en las responsabilidades laborales y despejan la mente para actuar con mayor claridad.
Realizar estas actividades produce dopamina en el cerebro, lo que influye en la motivación. «Cuando los niveles de dopamina son bajos en personas o animales, se ha observado que no se esfuerzan, lo que demuestra que la dopamina tiene una mayor relación con la motivación y el análisis de costo/beneficio, que con el placer,» explica John Salamone, profesor de psicología que se dedica a la investigación en temas relacionados con la dopamina.
La productividad laboral está relacionada con muchos factores. El salario, el clima laboral, la motivación laboral y el entorno son solo algunos de ellos. Sin embargo, dedicar unos minutos al cuidado personal, antes de iniciar la jornada laboral, puede favorecer el desempeño de las personas en sus trabajos.
La Asociación Estadounidense de Psicología, publicó en 2012 un artículo en el que afirmaba que los participantes del estudio que se calificaron como “madrugadores” se sentían más satisfechos y saludables que los “amantes de la noche”, lo que demuestra que tomar esas horas previas al trabajo y establecer una rutina diara es más una inversión que una pérdida de tiempo.